19 julio 2018
Ya hemos informado en ocasiones anteriores de los beneficios intrínsecos que nos traerá la ejecución del proyecto de planta solar fotovoltaica. Fundamentalmente, que nos permitirá la supresión del actual sistema de explotación por fases, manteniendo constante la presión de servicio en las redes de tuberías durante las veinticuatro horas del día, y sin incrementar los costes actuales. Algo más de la mitad de la energía que se produzca se utilizará directamente para autoconsumo, lógicamente en verano; y el resto, durante el invierno, se verterá a la red.
Pero hay un aspecto reputacional sobre el que no hemos incidido hasta ahora, pero que no es menos relevante, sobre todo si entre todos somos capaces de darle el valor de imagen que tiene. Y es que la planta producirá a lo largo del año una energía “verde” equivalente al consumo total de la Comunidad, por lo que la huella de carbono para producir los cultivos en nuestra zona regable va a ser mucho menor con la planta solar, lo que resulta una distinción sostenible muy positiva para los agricultores de nuestra zona regable y para el medio ambiente.