5 marzo 2021
Recientemente se ha presentado el libro “Externalidades positivas del regadío”, una publicación editada por Fenacore y coordinada por el catedrático de la Universidad de Córdoba Julio Berbel, que pretende poner en valor los importantes beneficios medioambientales y socioeconómicos del regadío español, y que según sus autores deben ser mejor conocidos por nuestra sociedad en general.
Dicha publicación entronca precisamente con la línea de defensa y promoción de los valores del regadío que desde nuestra Comunidad de Regantes venimos realizando desde hace un tiempo, y con la que queremos dar a conocer el valor social, económico y ambiental de nuestra actividad, informando de sus externalidades positivas y de la integración el su entorno. Fruto de ello son algunos de los contenidos publicados en nuestra web o difundidos a través de nuestro boletín digital, con imágenes de algunas de las externalidades positivas de nuestro regadío y su integración con el paisaje, como puede verse en
esta noticia.
En el citado libro de Fenacore, sus conclusiones destacan que el regadío “es el principal soporte de un mundo rural que retiene a los jóvenes y a las mujeres en los pueblos evitando una pérdida de talento hacia las ciudades”, y que “el riego mantiene una densidad de población que permite servicios y calidad de vida y que remunera a los agricultores y trabajadores del campo mejor y de manera más estable que el secano”.
La publicación también subraya que “el esfuerzo que se ha llevado a cabo por el regadío español mediante la modernización y las consecuencias positivas de estas inversiones (ahorro de agua, mejora de la calidad de las masas de agua, mejora de la productividad) ha sido enorme”. No obstante, como contrapartida a este impacto positivo está el efecto del aumento de consumo de energía debido a los nuevos sistemas de riego, lo que lleva a unas perspectivas donde agua, energía y riego se combinan y donde las energías renovables juegan un papel complementario a la producción agraria, algo que nuestra Comunidad ha conseguido paliar en parte gracias a una gestión eficiente y la construcción de una planta fotovoltaica para autoconsumo. Asimismo, señala que la modernización es condición necesaria para la entrada de las nuevas tecnologías y una agricultura cada vez más inteligente, con agricultores cada vez más preparados.
El libro concluye indicando que será necesario una labor de educación social a todos los niveles para que las externalidades positivas del regadío sean conocidas por la sociedad y no siga siendo cuestionado por la ignorancia colectiva, teniendo en cuenta además el papel clave jugado por los agricultores en la pandemia, y señalando que la única forma posible de hacerlo es insistir y hacerlo mejor cada día.