22 abril 2021
Para calibrar la dura situación hidrológica que atravesamos, y que todo seamos plenamente conscientes de ella, nada mejor que comprobar la serie histórica y ver si desde 2001 hemos tenido en alguna ocasión nuestros embalses más vacíos. Y la respuesta es que sí, pero solo en dos ocasiones, y en las dos nos enfrentamos a duras restricciones como las que se esperan en esta campaña. Dicho de otra forma, lo que nos dicen los precedentes es que no nos hagamos falsas ilusiones pensando en que la situación va a cambiar. ¿Podría ocurrir? Sí, porque nada es imposible. ¿Es probable que ocurra? No, porque tenemos la campaña encima y los pronósticos meteorológicos no apuntan en esa dirección.
Pero vamos a los precedentes. Son de 2007 y 2008. En el primero de esos años, la Regulación General estaba al 33%. Un año después, aún peor, cinco puntos por debajo. En esos años además no teníamos aún en servicio la modernización por lo que la capacidad de optimizar el consumo era menor. Actualmente, nos encontramos al 36%, y las dotaciones que se anuncian son de 2.500 m3/ha, menos del 50% de la dotación de una campaña normal en cualquier caso. Una situación que, como ya indicamos la semana pasada, invita a la máxima prudencia y responsabilidad en el uso del agua.
Esperemos que después de tres campañas de restricciones, las dos anteriores menos severas de lo que se espera esta, nos pase lo que ocurrió en el año 2009, cuando las lluvias empezaron a venir en nuestro socorro.