30 abril 2020
Zanahorias, cebollas, melocotones, naranjas y patatas… Son los cultivos que ya están recolectándose en el Valle Inferior y que están sirviendo para abastecer nuestras fruterías y supermercados en un momento en el que el abastecimiento es fundamental para nuestro país. Si algo tienen las crisis es que nos ayudan a distinguir lo prioritario de lo accesorio y, qué duda cabe, la agricultura es un sector esencial (así ha sido declarado por el Gobierno) y sin él la cadena alimentaria y la cesta de la compra se resentirían gravemente y se harían más dependientes de los mercados exteriores (con las consecuencias que ya hemos visto en otros ámbitos industriales, como la producción de mascarillas o equipos de protección frente al coronavirus).
Así, pues, las imágenes que acompañan a estas líneas adquieren un valor especial en este contexto y nos llenan de satisfacción. Gracias a todos nuestros agricultores por su trabajo y por su dedicación, no siempre suficientemente reconocidas, y por saber lidiar con tantas y tantas dificultades relacionadas con la incertidumbre de los mercados, las sequías y las restricciones hidráulicas como las que probablemente tendremos esta campaña, las caídas de los precios y las subidas de los costes fijos… Y gracias, por supuesto, también a todos nuestros guardas y empleados por el trabajo que realizan para que los agricultores puedan regar y desarrollar su actividad, una actividad que siempre es esencial, pero ahora más que nunca.