8 junio 2018
La distribución de cultivos en nuestra zona regable se ha visto este año muy influenciada por las negativas expectativas que teníamos hasta la primavera, por lo que la superficie destinada a cultivos de mayor demanda hídrica se ha visto muy reducida respecto de campañas anteriores. Así, por ejemplo, el maíz apenas alcanza las 1.100 hectáreas, lo que supone una reducción de casi el 60% respecto del año pasado y en torno a una quinta parte de la sembrada en 2013, en la que hubo casi 5.000 hectáreas en toda la zona. En cambio, la superficie destinada a cultivos con menores necesidades se ha incrementado considerablemente, encontrando casi 2.500 hectáreas destinadas a trigo, girasol, quinoa o avena.
En estas situaciones siempre cabe la tentación de pensar que fue una equivocación haber sido prudentes. Sin embargo, la prudencia siempre es un acierto, y la imprudencia es siempre un error. El colectivo de regantes de nuestra Comunidad ha vuelto a mostrar, en suma, su extraordinaria sensatez y enorme responsabilidad.