2 agosto 2018
La estrategia de generación de grandes velocidades para el arrastre y extracción de los briozoos antes de que crezcan está dando magníficos resultados desde que se pusiera en marcha el año pasado.
Esta especie, que se desarrolla en aguas quietas, es traída constantemente por el agua del río Guadalquivir, y aunque aparece durante todo el año, crece de manera exponencial durante la Campaña de Riegos, precisamente cuando los caudales son mayores. Además, es cuando la demanda de riego aumenta cuando esta especie se vuelve más lesiva, pues entonces se despega de las tuberías y atasca los filtros.
Sin embargo, las medidas adoptadas desde el año pasado están funcionando, lo que está permitiendo que el impacto de los briozoos a lo largo de la campaña esté siendo mucho menor al esperado y menor que el que nos relatan desde otras comunidades.
Lamentablemente, sin embargo, y como ya informamos, el mejillón cebra sigue imparable en la colonización de las instalaciones de nuestra Cuenca, sin que desgraciadamente las administraciones den síntomas de preocuparse (y sobre todo de ocuparse) por esta situación que afecta ya a muchísimos usuarios.