23 enero 2023
La mejor noticia que nos ha dejado las lluvias de diciembre, tan positiva al menos como el pequeño alivio en la situación hidrológica de la Regulación General, ha sido el llenado de nuestras balsas de regulación, que ya guardan, como oro en paño, 4,20 hm3 de agua que volverán a ser valiosísimos en el caso nada improbable de que suframos severas restricciones.
Esperamos que las primeras lluvias de invierno no sean las últimas, pero, mientras tanto, al menos podemos consolarnos pensando que nuestras balsas se hayan recuperado después de que llegaran a final de noviembre en una situación muy crítica, apurando sus últimos recursos, tras haber permitido una vez finalizada la campaña de riegos, el suministro en días discontinuos, tres por semana y en jornadas de doce horas.
Ya son numerosas ocasiones en las que nuestras balsas de regulación, construidas en las obras de modernización, han demostrado su utilidad, durante la campaña de riego, permitiendo por ejemplo compensar el suministro cuando los desembalses del Organismo de cuenca no se producen de manera continuada.
Los más de 4 hm3 de volumen de agua de nuestras balsas permiten, por tanto, en campaña, poder seguir dando servicio de riego de manera continua, mientras que fuera de campaña se han revelado también esenciales, permitiendo mantener el suministro en épocas de menor demanda, con jornadas de riego en días alternos para seguir atendiendo las necesidades de los cultivos permanentes de nuestra Zona Regable.