15 noviembre 2022
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) celebró ayer la primera Comisión de Desembalse desde que finalizó la campaña de riego, en la que hizo balance del año hidrológico y de la última campaña de riego, sin entrar a establecer previsiones de las dotaciones de agua que se podrían asignar para el riego de la campaña de 2023.
Así, se recordó que estamos en un inicio de año hidrológico seco, que no varía con respecto al año anterior, y en el que incluso se contempla que la situación pueda empeorar si la falta de precipitaciones continúa. Algo que ya conocíamos los regantes a tenor del estado actual de los embalses de la cuenca, que se encuentran en la actualidad al 18% de su capacidad, con 1493 hm³ y al 14,7 % los del Sistema de Regulación General (desde donde se abastece nuestra Comunidad), con 834 hm³. Durante la campaña, la cuenca ha recibido un 30% menos de aportaciones con respecto a la media de otros años, y los recursos embalsados han disminuido en 556 hm³. con respecto al inicio de la campaña anterior.
Con todo, se expuso que, en el Sistema de Regulación General, las previsiones en cuanto a volúmenes a desembalsar para la próxima campaña de riego son poco halagüeñas, como era de esperar, y tendremos que seguir “mirando al cielo”.
En definitiva, el escenario que se presenta de cara a 2023 es muy preocupante y complicado para los regantes, que esperamos cambie lo máximo posible en los próximos meses si llegan las necesarias lluvias. En cualquier caso, tendremos que ser prudentes y tener presente la situación actual para realizar la planificación de cultivos.