19 mayo 2022
Nuestros guardas han finalizado ya la recopilación de datos para la elaboración del inventario de cultivos de esta próxima campaña, y la información reunida nos permite constatar un claro crecimiento de la superficie en barbecho y la dedicada al girasol y, en menor medida, el trigo, así como un fuerte descenso de la superficie dedicada a maíz, tanto dulce como en grano. En concreto, con respecto al año pasado, la subida de la superficie en barbecho es del 67%, en tanto que la del girasol asciende al 73%. Más comedida es la del trigo, que se incrementa no obstante un 18%. El descenso más espectacular es el del maíz, tanto dulce como en grano, que baja un 76%. También baja el algodón un 17% y la quinoa, un 69%.
En lo que se refiere a cultivos permanentes, bajan los frutales (un 9,6%) en beneficio, parcialmente de los cítricos (que crecen un 3,2%). Baja también la alfalfa (un 7,7%) y suben el olivar y los almendros (un 8,2% y un 13,3% respectivamente).
En resumen, en un nuevo ejercicio de ejercicio de responsabilidad, prudencia y compromiso con el ahorro del agua, nuestros regantes han apostado por los cultivos menos exigentes en agua, como el trigo o el girasol, en detrimento de los más demandantes, en especial el maíz. La sequía profundiza lo que en todo caso viene siendo una evolución progresiva y general en la última década hacia los cultivos más eficientes y de mayor valor añadido. Así, aunque los datos de esta campaña vienen marcados indudablemente por el contexto de las duras restricciones, la tendencia en el cultivo del maíz es claramente decreciente. La tendencia de los últimos años también se consolida en lo que se refiere al aumento del olivar y almendro y descenso de los frutales.