10 mayo 2018
La situación ha mejorado mucho, pero debemos ser conscientes de que tras los riegos nuestros embalses estarán en pre-alerta (a menos del 40% de su capacidad), aunque en una posición mejor que la del año pasado (el 1 de noviembre de 2017 estaban al 25% de su capacidad).
La cuestión es que no sabemos si estamos al inicio de un ciclo húmedo o en un ciclo seco interrumpido por dos meses de precipitaciones intensas. Por lo tanto, toda prudencia es poca, y baste recordar la amenaza de severa restricciones que se ceñía sobre la Cuenca hace apenas tres meses para volver a insistir en la importancia del ahorro.
Ahora que comienza la campaña, hay que volver a decir aquello de que “cada gota cuenta”.