3 agosto 2020
La previsión de fuertes restricciones por la escasez de aportaciones a los embalses llevó este año a nuestros agricultores a realizar una planificación de cultivos muy prudente, con prioridad para los cultivos menos demandantes de recursos hídricos. Fruto de ello, creció un 60% la superficie dedicada a trigo y más de un 25% la destinada a girasol, dos cultivos poco demandantes de agua, siendo ambas buenas alternativas para estas situaciones.
El amarillo de los girasoles ha sido la tonalidad cromática en casi 700 hectáreas de nuestra zona regable. Un paisaje de fondo que vamos a perder en estos días, pues se ha iniciado ya la siega de este cultivo.