30 agosto 2018
Aprovechando las condiciones favorables de la campaña, hemos iniciado la puesta en marcha una de las medidas que estamos aplicando para luchar contra el mejillón cebra: se trata del vaciado parcial de las balsas, que tiene por objeto dejar al aire la población que se ha desarrollado en ellas con el objetivo de que se seque y muera. Y es que la desecación es la más efectiva y menos costosa de todas las medidas posibles contra este devastador molusco.
Son el tipo de medidas que nos vemos obligados a realizar ante la parálisis de las administraciones, que han asumido el planteamiento de que “en los embalses contaminados ya no hay nada que hacer”. Así las cosas, la presencia de este molusco en nuestras instalaciones es segura. Con medidas de este tipo, tratamos que el daño de esta especie invasora no llegue a su máximo potencial destructivo, que es enorme.