20 noviembre 2018
Como se aprecia en el gráfico debajo de estas líneas, el año hidrológico ha comenzado con los embalses en una situación muy parecida a la que teníamos en 2016, año en que tuvimos una campaña normal que quizás no debiéramos haber tenido, habida cuenta de la situación en la que acabaron los embalses.
Sin embargo, las sensaciones entonces y ahora son diferentes. En 2016 veníamos de cuatro años consecutivos de una curva descendente. Las lluvias de 2017 pueden representar un paréntesis en esa curva, pero también pueden constituir el inicio de un nuevo ciclo húmedo.
Las precipitaciones de otoño y primavera nos sacarán de dudas. ¿Nuestra apuesta? Aunque aún no se aprecie, quizás estemos ante un nuevo 2012.