9 octubre 2018
A 30 de septiembre, el consumo total de nuestra comunidad se situaba en 3.500 m3/ha, algo que hace prever que el consumo al final de campaña se situará en el entorno de los 3.750 m3/ha., muy por debajo de la dotación asignada de 5.000 m3/ha.
La prudente planificación de cultivos (concebida para afrontar una situación de sequía con fuertes restricciones de agua), las condiciones meteorológicas favorables durante la campaña, y el compromiso y la sensibilización medioambiental de nuestros regantes son las causas de este inusual ahorro.
En la pasada campaña, el consumo final durante la época de desembalses se situó en 4.500 m3/ha, lo que supone un ahorro de más del 20%, y este año, con toda seguridad, no se llegará a los 4.000, un hito excepcional por todas las circunstancias anteriormente comentadas, pero que supone en cualquier caso un verdadero desmentido a esa leyenda negra del regadío derrochador.