14 diciembre 2022
Como una auténtica bendición. Así podríamos calificar las intensas lluvias que se vienen registrando desde la semana pasada en casi toda Andalucía y España, y que están beneficiando en especial a parte de la cuenca del Guadalquivir. Se trata, como han denominado los expertos, de un convoy de borrascas, que nos han ido dejando importantes precipitaciones y que han permitido que podamos disponer de aguas provenientes de escorrentías con las que ya estamos recargando nuestras balsas de regulación.
No obstante, hay que ser cautos y prudentes porque las reservas de agua aún no han experimentado cambios significativos y el agua embalsada en los pantanos de la Cuenca aún representa niveles mínimos históricos. Pero este cambio meteorológico nos hace concebir esperanzas de que la situación hidrológica empiece a mejorar y sirva para paliar la dura sequía por la que atravesamos.
En nuestra Zona Regable la pluviometría ha sido irregular, pero se ha registrado una media que ya alcanza los casi 100 litros/m2, lo cual es bastante significativo. De momento, esto lo que ha provocado es la saturación del terreno, por lo que a partir de ahora ya será más fácil que las lluvias que caigan vayan a parar a nuestros necesitados embalses.