17 septiembre 2021
Las lluvias caídas durante esta semana no serán suficientes para que se note un aumento de la reserva hídrica de la cuenca del Guadalquivir. Aunque tendremos que esperar unos días para ver el balance final de las escorrentías en toda la cuenca, la lógica nos indica que el volumen de agua registrado en estas últimas fechas no supondrá un crecimiento importante, y puede que incluso ni siquiera un crecimiento, con respecto a cómo se encontraban los embalses antes de las lluvias.
Estas precipitaciones sí han permitido al menos que se detenga el riego previsto con el agua embalsada del Sistema de Regulación General, contribuyendo al ahorro en la reserva hídrica, de manera que esos recursos se puedan destinar en el último tramo de la campaña, que termina a final de septiembre. Además, el suelo mojado con estas primeras lluvias permitirá que en las próximas precipitaciones se puedan aumentar las escorrentías y la capacidad de almacenamiento en los embalses de la cuenca. Esperamos que las nubes se repitan muy pronto y el otoño venga cargado de muchas lluvias para paliar la complicada situación que atravesamos todos los regantes y agricultores.