15 julio 2017
En situaciones hidrológicas como las que vivimos, con los embalses en situación de prealerta –que será de alerta cuando finalice la campaña de riego-, debemos tener claro que todos podemos contribuir al ahorro de agua. Sin ánimo de descubrir la pólvora, aquí van tres recomendaciones para los regantes de nuestra Comunidad y en general para todos los regantes de nuestra Cuenca:
1. Ajustar el riego no a la percepción visual sino a las mediciones reales de la humedad del suelo. Porque ningún ojo humano, por experto que sea, lo es tanto como la tecnología. La inversión en equipos de medida y control va en beneficio de todos (al ahorrar el agua, que es un bien común) pero también en beneficio individual y se amortiza en poco tiempo.
2. Ajustar las dotaciones del riego a las necesidades reales de los cultivos en cada momento, adaptándola a variables como la temperatura, la humedad del suelo y el ciclo de desarrollo del cultivo.
3. Planificar los cultivos según el momento hídrico y la disponibilidad de agua, pensando en cultivos de menor demanda de riego en ciclos secos como el que atravesamos.