19 septiembre 2017
Había mucho temor al posible daño causado por los briozoos en la campaña de riego. Como ya hemos informado, esta especie, que se desarrolla en aguas quietas, es traída constantemente por el agua del río Guadalquivir, y aunque aparece durante todo el año, crece de manera exponencial durante la Campaña de Riegos, precisamente cuando los caudales son mayores. Además, es cuando la demanda de riego aumenta cuando esta especie se vuelve más lesiva, pues entonces se despega de las tuberías y atasca los filtros. Pero las medidas adoptadas han funcionado y el impacto de los briozoos a lo largo de la campaña ha sido mucho menor que en años anteriores. El desarrollo de trabajos de limpieza en los filtros y arquetas y, sobre todo, la generación de grandes velocidades para su arrastre y extracción ha sido clave para ello.
Lamentablemente, sin embargo, el mejillón cebra sigue imparable en la colonización de las instalaciones de nuestra Cuenca. Como puede apreciarse en las fotos que acompañan a estas líneas, el grado de colonización en balsas, tuberías y canalizaciones es completo. Toca por tanto seguir investigando y trabajando para combatir esta especie invasora, un objetivo en el que las comunidades no podemos luchar solas: necesitamos una actuación más firme, decidida y coordinada por parte de las administraciones.