16 noviembre 2017Con la finalización de la Campaña de Riegos, llega el momento de realizar con mayor dedicación y mimo determinadas tareas básicas de mantenimiento de nuestras instalaciones de riego particulares. Entre ellas, las correspondientes a los sistemas de filtrado deben ocupar sin lugar a dudas un lugar preferente, por la importancia que esta parte del sistema tiene en el correcto funcionamiento del riego.
En este sentido, recomendamos aprovechar el periodo invernal para, al menos:
- Limpiar bien los filtros para eliminar toda la suciedad que se pueda haber acumulado durante la campaña de riegos y que no se elimina con las limpiezas diarias o semanales. Se recomienda sacar las anillas y/o cartuchos, para limpiarlos manualmente con agua a presión, y si fuese necesario, con ácido.
- Revisar que las juntas, tuercas y tornillos no tengan signos de deterioro.
-Verificar que los componentes interiores (la arena, las mallas y las anillas) no tengan desgaste, daño, corrosión u otros signos de deterioro, sustituyendo aquellos que lo requieran, si fuera necesario.
- Dejar el filtro vacío de agua mientras no vaya a utilizarse el sistema, excepto si se cuenta con filtro de arena, en cuyo caso sí debe dejarse siempre con agua, para evitar que la arena se seque.
- Si el filtro dispone de sistema automático de limpieza, limpiar y revisar también el filtro auxiliar desde el que se alimentan los mandos hidráulicos; y comprobar que ni estos, ni los cables, ni las conexiones eléctricas, estén dañados.
- En instalaciones dependientes de energía, desconectar de la tensión eléctrica o de las baterías.
Con independencia de los filtros, es recomendable, además, actuar sobre el resto de elementos de la red de riego, realizando una limpieza con ácido de las tuberías, líneas portagoteros y emisores. Con esta actuación se podrá verificar el correcto funcionamiento de los goteros y sustituir o reparar los que lo requieran.