23 enero 2018
Como con el resto de comunidades, la situación de la inscripción en el Registro de Aguas de los derechos de la Comunidad del Valle Inferior no ha experimentado modificación alguna. Y no lo experimentará mientras la administración no cambie radicalmente los kafkianos y absurdos criterios que quiere imponer, que básicamente pretenden convertir esta inscripción en un proceso de nueva concesión.
La inscripción de un derecho histórico bajo criterios y parámetros actuales es un sinsentido que conduce a un laberinto sin salida a las comunidades que ya lo han intentado. En el colmo del esperpento, alguna comunidad se ha encontrado con una multa por una obra ejecutada hace décadas...
Y todo esto ocurre porque la Administración está subvirtiendo el sentido meramente administrativo de este procedimiento, exigiendo a comunidades como el Valle un procedimiento de inscripción totalmente inadaptado a derechos históricos. Lo que tendría que haber sido un procedimiento de oficio por parte de la administración se está convirtiendo insólitamente en una obligación revertida hacia las comunidades…
Quizás hasta el día que la administración se encuentre con una demanda por los daños y perjuicios ocasionados a alguna comunidad de regantes justamente por el hecho de no haber cumplido con su obligación desde hace décadas. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, la inscripción de derechos históricos con condicionantes actuales es un absurdo y una modificación radical del sentido del procedimiento.
A ver si hay alguien en el Ministerio que pueda comprenderlo, porque no es tan difícil.