Durante la ejecución de las obras, los agricultores estuvieron organizados en torno a un Sindicato de Auxilio, encargado de seguir el curso de los trabajos. Cuando éstos terminaron, el Sindicato fue disuelto y los propietarios constituyeron en 1934 la Comunidad de Regantes del Valle Inferior del Guadalquivir; en ese momento, había 536 asociados y 12.700 hectáreas en riego. Desde entonces, y conforme el resto de fincas fueron adaptándose para el uso agrícola, el número de asociados y la superficie regable fueron creciendo paulatinamente hasta completar la totalidad de la zona, al tiempo que el prestigio de los regantes del Valle Inferior del Guadalquivir fue creciendo en toda España.